Saber Saludar : Tipos De Saludos

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Acércate a la persona. Es importante que camines con confianza y sonrías. Los acercamientos sigilosos son estrictamente para los acosadores.
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Haz contacto visual antes de saludar. Después de que hayas hecho contacto visual, di por ejemplo: "Hola, ¿cómo estás?" o algo similar, de forma amigable.
- Sé especial. Si todo el mundo dice "qué onda" en lugar de "hola", di "hola." Si dicen "hola", entonces di "qué tal".
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Espera a que te reconozcan. Cuando te digan "hola", sonríe y preséntate.
- También puedes agregar cómo es que la persona te conoce, o cómo es que tú la conoces. Por ejemplo: "Hola, soy Juan. Estábamos en la clase de cine juntos el semestre pasado." Esto ayuda a evitar situaciones vergonzosas o ese silencio incómodo cuando alguien no se acuerda de ti.
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Comienza una conversación. Es de suponer que te gustaría conocer a la persona a la que recién te presentaste. Si tienen algo en común, hablen de eso. Podrías decir, por ejemplo: "¿Sigues siendo admirador de Pablo Almodóvar?" o, "me encantaría platicar contigo unos minutos, ¿por qué no salimos de este escándalo!"
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Sigue su ejemplo. Si la persona te mira de forma extraña y se apresura, no la persigas. No solo es algo que da miedo, sino también podría meterte en problemas. Si sonríe y empieza a hablar contigo, felicidades, ¡has saludado correctamente a alguien y también has hecho un nuevo amigo!

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Cuida tus modales. La forma educada de saludar a alguien que acabas de conocer es diciendo: "Buenas noches, María; es un placer conocerte."
- Ofrécele un apretón de manos, y si lo acepta, dale un apretón firme pero no aplastante.
- Pregúntale: "¿Cómo estás?" Esto ayuda a romper el hielo, y le da la oportunidad a la persona para que te salude también. Solo recuerda que siempre que le preguntes a alguien cómo está, responderá "bien", no importa lo que está pasando realmente en su vida. Prepárate para pasar al siguiente tema. Fíjate en algo de la persona, como lo que está usando, o si el anfitrión te ha indicado a qué se dedica tu nuevo amigo, habla de eso.
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Busca temas de conversación pequeños para comenzar. Para continuar la conversación, también puedes hacer una pequeña plática sobre el tiempo, la familia, la distancia que viajaste, dónde es un buen lugar para comer, y otros temas de interés general. No trates de impresionar. Simplemente sé afable, agradable y accesible. Haz que sea sencillo.
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Ten en cuenta: si la persona que está hablando está mirando constantemente sobre su hombro, o viendo el reloj, es una buena señal de que no está interesada en la conversación. Discúlpate con amabilidad y ve a refrescar tu bebida.

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Ten confianza, y saluda a tu nuevo conocido de una manera amable, pero profesional.
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Sé consciente de la jerarquía. Si saludas a un colega o a un compañero, puedes ser más informal. "Hola, Dany, es un placer conocerte; he oído grandes cosas sobre ti y estoy ansioso de trabajar contigo.
- Si saludas a alguien mucho más alto en la "cadena alimenticia" o un miembro honrado y respetado de la comunidad, considera usar un título honorífico en lugar del nombre de pila. "Hola, Señor García; es un placer conocerlo"; esto es mucho más profesional y dejará una impresión mucho más duradera que si dices: "¿Qué onda?, Joel, ¿qué cuentas?"
- Considera la posibilidad de saludar, de la misma forma, a alguien de un nivel mucho más juvenil que tú. "Hola, Señor Juárez, es un placer conocerlo"; esto lleva consigo la expectativa de que va a mantener una actitud profesional en su trato contigo.
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Habla brevemente sobre el negocio en cuestión, y sigue adelante. A nadie le gusta quedarse atrapado en una conversación y, especialmente, en un ambiente de negocios. ¡No quieres tener la reputación de alguien que no sabe cuándo callarse!

Siempre sonríe y habla con claridad. Lo más importante es mirar a la persona directo a los ojos. Esto hará que la otra persona sienta como si realmente estás prestándole atención.
Si no sabes el nombre de la persona, di, por ejemplo: "Encantado de conocerte" o, "me alegro de verte de nuevo."
O bien, puedes preguntarle educadamente, diciendo: "Qué bueno verte de nuevo; por desgracia, no recuerdo tu nombre." Puede parecer de mala educación, pero es mucho mejor que decirle el nombre equivocado.
Si vas a saludar a un adulto, sonríe amablemente y salúdalo.

Advertencias

No seas demasiado confianzudo, ya que es desagradable.
No te acerques a alguien que no quiere ser abordado (ve el lenguaje corporal que te está mostrando).
Ten en cuenta que los saludos varían según la cultura. Si bien las convenciones occidentales genéricas se han generalizado bastante (de modo que un apretón de manos no se malinterpretará), ten cuidado con las diferencias más sutiles. Por ejemplo: en Asia la gente marca una diferencia entre el contacto visual y el mirar fijamente.
Si la otra persona te pregunta primero cómo estás, se considera de buena educación responder y preguntar de nuevo.